El poder transformador del orden馃挮

Una mirada sobre su enlace sutil y material.

Nuestra vida se refleja: lo externo es espejo de lo interno, y lo interno, espejo de lo externo. Comprender esta relaci贸n nos abre la puerta a un principio simple pero profundo: el orden es una fuerza que moldea nuestra realidad desde su esencia.

El desorden, en cambio, nos confunde y dispersa. Ordenar, en lo visible o en lo invisible, es una acci贸n que nos ubica y nos devuelve claridad.

Ordenarnos interiormente cultiva el discernimiento: ayuda a reconocer nuestras luces y nuestras sombras, a disponer de ellas para encauzar el desarrollo de nuestra alma.
Ordenar nuestro mundo material, por su parte, impulsa la cocreaci贸n consciente en el plano f铆sico, aportando practicidad y armon铆a. Esta liviandad externa refleja y aterriza en el presente interior.

Ordenar y ordenarnos es un acto de amor hacia nosotros mismos, es llevar nuestra voluntad a la disposici贸n; un paso elemental para ubicarnos en circunstancia y saber desde d贸nde partimos para encaminar nuestro recorrido en coherencia con lo que nos inspira profundamente.

Cuando observamos esta relaci贸n en nuestra experiencia, descubrimos que el orden se convierte en una herramienta clave para nuestro desarrollo de consciencia y la aventura de cocrear nuestra vida.
Los frutos se reflejan en el encauce de nuestros pasos sutiles y mundanos, en el camino de Ser en esencia en nuestra Humanidad.

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